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Si usted está viendo y leyendo esta página Web, es un amante del arte. No, no se avergüence. Nosotros, los que hemos ideado, diseñado y llevado a cabo este proyecto, también lo somos. Y por tres razones. La primera es que el antiguo retablo de la parroquia de San Miguel se lo merece. Una joya del arte barroco como ésta no podía tener un final tan triste como el que parecía presagiar su incendio en 1971. La segunda es que la Fundación Germán Sánchez Ruipérez siempre ha tenido entre sus objetivos principales el de la difusión de la cultura. Y desde su Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas (CITA) creemos que ése es un valor que debemos potenciar mediante el uso de las TIC. La tercera tiene un componente práctico evidente. Hace 400 años, los retablos tenían la misma función que ahora tienen las Nuevas Tecnologías: la comunicación. Gracias a sus imágenes y representaciones el conocimiento era alcanzable por gente que ni siquiera sabía leer. ¿Acaso no es lo que hace ahora Internet, acercar el conocimiento?

Esperamos que el esfuerzo y dedicación de todos, usted que está ahora sentado tranquilamente delante del ordenador, y de nosotros, que hemos hecho esta página con todo el cariño, contribuyamos a difundir y conservar un patrimonio que no es sólo de unos pocos, es de todos los que amamos la vida y la cultura.